martes, 7 de junio de 2011

Alimento transgénico

El hombre lleva varios miles de años modificando los vegetales que utiliza como alimento. Tal es el caso de muchas frutas que son productos de mezclas de diferentes plantas.
Sin embargo la ingeniería genética permite ahora llevar a cabo en pocos años y en forma controlada modificaciones que antes costaban décadas de trabajo.
Los alimentos transgénicos son aquellos que incluyen en su composición algún ingrediente procedente de un organismo al que se le ha incorporado, mediante técnicas genéticas, un gen de otra especie. Gracias a la biotecnología se puede transferir un gen de un organismo a otro para dotarle de alguna cualidad especial de la que carece. De este modo, las plantas transgénicas pueden resistir plagas, aguantar mejor las sequías, o resistir mejor algunos herbicidas. En Europa no todas las modalidades de transgénicos están autorizadas, sólo algunas pueden ser cultivadas y posteriormente comercializadas.
Los transgénicos, desde su nacimiento, han suscitado mucha polémica. Existen seguidores fanáticos y detractores acérrimos. Por ejemplo, Juan Felipe Carrasco, ingeniero agrónomo y responsable de la Campaña contra los Transgénicos de Greenpeace en España, cree que "la agricultura industrial, la que actualmente se nos vende como aquella que produce alimentos para toda la humanidad, desgraciadamente, está produciendo también muchísimos daños irreversibles". Para Carrasco "no es cierto que la ciencia esté a favor de los transgénicos", apuntando además que "los que estamos en contra de los transgénicos no estamos en contra de la ciencia del futuro, estamos en contra de la liberación de transgénicos en el medio ambiente". Para Greenpeace los transgénicos incrementan el uso de tóxicos en la agricultura, la pérdida de biodiversidad, los riesgos sanitarios no están evaluados, etc.

lunes, 6 de junio de 2011

Acciones concretas a favor del medioambiente.

A principios del 2009 Lafarge logro su objetivo de reducir 10% de sus emisiones brutas absolutas de CO2 por tonelada de cemento en los países industrializados.
La lucha contra el calentamiento climático.
Desde el año 200, Lafarge lleva a cabo con la WWF una política voluntaria de reducir sus emisiones netas de CO2 por tonelada de cemento producido en el mundo entero. Para lograrlo, el Grupo ha lanzado programas de investigación en eco-industria. La modificación de la composición química del clinker (ingrediente principal del cemento), el uso de los combustibles alternativos y la valorización de residuos industriales como extras del cimentarías han permitido la reducción significativa de CO2. Principios del 2009, Lafarge logro su objetivo de 10%de reducción de sus emisiones brutas absolutas de CO2 por tonelada de cemento en los países industrializados.
Miembro del Consejo mundial de las empresas para el desarrollo sostenible (WBCSD), Lafarge está comprometida en la iniciativa del cemento para el desarrollo sostenible (CSI, por sus siglas en francés), que moviliza 18 cementeras que representan más del 40% de la producción mundial alrededor de tres compromisos fuertes: la protección del clima, la preservación de los recursos, como la salud y la seguridad de los colaboradores.
Carreras y biodiversidad
La explotación de carreras de extracción de materias primas necesarias a la producción de materiales de construcción tiene un efecto en el medioambiente. Llevando un estudio de impacto medioambiental antes de todo proyecto de implantación, readaptando las antiguas carreras para recrear hábitats naturales favorables al desarrollo de la fauna y flora locales, Lafarge se compromete en la preservación de la biodiversidad. Esta puesta en marcha es llevada en sinergia con la WWF, asociación mundialmente reconocida en la protección del medioambiente.
La Ecología industrial
Inspirada en el modelo de los ecosistemas bilógicos, la ecología industrial valoriza las sinergias que pueden desarrollarse entre diferentes industrias. Así como los desechos de una empresa son integrados en el proceso de producción de otra empresa. La aplicación de este principio lleva al grupo a dejar entrar ciertos sub-productos de la industria en la composición de cementos, como complemento del Clinker , preservando así los recursos naturales en piedra caliza y silicio. Además Lafarge se esfuerza de hacer sus procesos de producción lo más económicos en energía y en recursos naturales para reducir su huella industrial.
Los combustibles alternativos
Con el fin de limitar su consumo en energías fósiles, Lafarge recurrió a combustibles alternativos en los sitios de producción y procedió a la valorización energética de los desechos provenientes de actividades agrícolas o industriales. Este proceso dio lugar al establecimiento de mecanismos de desarrollo limpio (MDP, por sus siglas en francés). En Malasia, las cáscaras de nuez de la palma de aceite substituye el carbón, evitando la emisión de más de 60,000 toneladas de CO2 cada año. En Marruecos, el parque eólico de Téoutan que cubre el 50% de las necesidades en electricidad, de una de las principales cementeras, reduciendo las emisiones de gases a efecto de invernadero de 30,000 toneladas por año.


"ACCIONES REALIZADAS EN MI HOGAR"